Una de mis pasiones es recorrer ciudades, apreciar su arquitectura y sus tiempos, sus recorridos, sus realidades. En este blog no voy a hacerles un recorrido cual libro de arquitectura con detalles y descripciones sobre los edificios que pueden encontrar tan sólo googleando sus nombres. Tampoco quiero hacerles un recorrido cual youtuber o instagramer “qué ver de Roma y cómo”. Simplemente voy a hablar de ciudades y su historia contando mis impresiones, seguramente algunos detalles o generalidades que me llamaron la atención y enfocándome en el urbanismo y la construcción de ese espacio como parte de un todo arquitectónico en el mundo.
Quisiera mostrarles algunas fotos que me inspiré a tomar, dibujos que realicé en el momento o que hoy puedo hacer desde mi casa y reflexiones de mis experiencias. Al recordar las ciudades aquí y ahora y estudiarlas tanto en mi carrera como desde un libro seguramente se pierden de vista muchos detalles pero sepan bien que lo importante no es llegar, lo importante es el camino, como dice Fito.
Roma resalta para ser subida en mi primer semana por la emoción que me generó caminar por sus calles. Si viajan a Europa descubrirán que todas las líneas aéreas quieren hacer una escala allí. No dejándole al mundo olvidar que en la antigua civilización romana la frase que todos conocemos sigue siendo real, “todos los caminos llevan a Roma”
Si les toca o eligen leer sobre la civilización de la antigua Roma sabrán que su imperio rebalsaba de poder, de autonomía, de lucha, de conquista, de emperadores de un gran imperio, de impacto con novedosas construcciones y de pan y circo. En la historia de la arquitectura me gusta recordar a esta civilización como la que representa el dominio del hombre por sobre la naturaleza. Entre 7 colinas la cuna de un gran imperio empezó a crecer defendiendo y conquistando territorios, construyendo grandes edificios para actividades públicas, teatros, coliseos, foros, basílicas, termas, acueductos, caminos, templos y bloques residenciales. Pasando los siglos el poder religioso del cristianismo sienta sus representantes en la ciudad y el renacimiento restaura y redecora, construye y reconstruye espacios urbanos e iglesias, monumentos y cúpulas que dejarán boquiabierto a cualquiera. Impresiones que al día de hoy les aseguro que siguen causando efecto, son la reminiscencia de tal civilización.
Hoy podremos ver un resultado bien mezclado pero con énfasis conservador. Por más que juzguemos a costa de qué esta gran civilización floreció, hoy no puedo dejar de asombrarme al entrar a algunos de sus edificios. Recorrer ciudades nuevas nos permite vivenciar experiencias nuevas, y cada ciudad cosecha su historia. Una urbanización que va cambiando a través de los años es una constante aventura, la arquitectura es una aventura.
En este sentido es que me deslumbra descubrir espacios que son nuevos para mí pero milenarios para una cultura, genera una aventura en sí misma descubrir lo que forma parte de miles de historias pasadas. Cuando entré al Panteón al principio me sentí pequeña, ínfima ante una inmensidad espacial cubierta, resguardada e inimaginable desde el exterior, con un círculo de luz en el techo tan bien definido que impacta como si el mismísimo cielo quisiera decirnos algo. A la vez sentí una sensación contradictoria y aquí comienza la aventura… me sentí capaz y dominante. Saber que fueron ingenieros y constructores, personas como nosotros, quienes levantaron semejante espacio que hoy sigue en pie, me genera esa sensación de poder, de pensar que nada es imposible, de querer ir a por todo y aventurarme a recorrer la siguiente ciudad con una nueva perspectiva.
Cada vez que visité la ciudad mi recorrido fue más intuitivo que proyectado, sabía de los puntos principales que quería recorrer pero algunas veces me dejé llevar. EL atardecer, la noche cálida, el gelatto y las fuentes de agua salvan de grandes calores veraniegos. Cada zona de Italia tiene su propia tonada y dialecto, escuchen bien a sus ciudadanos y regalen un “Prego!” siempre que puedan.
Nunca olvidaré subirme a la terraza del Pincio e intentar contar las cúpulas. La antigua ciudad romana estaba rodeada por una muralla y su trazado urbano se establecía con cierta regularidad, siguiendo el modelo etrusco y helenístico, en torno a las dos calles principales perpendiculares, el cardo y el decumanus. Hoy… qué queda de esa simetría y orden divino...? Milenios y multitudes, sobredosis de historia y cambios. Cambios que son el reflejo constante de nuestra sociedad y, como dice Renzo Piano “La arquitectura es la expresión construida de esos cambios”, por eso nunca es un objeto finito sino relativo a su contexto a quién lo usa y quién lo admira.
Comments