Viajar es un sinfín de emociones, eso lo podemos imaginar, pero ¿se imaginan muriendo por la curiosidad de conocer algo nuevo de este mundo sin moverse de sus casas? En el espacio más seguro que tengan simplemente es mucho más sencillo leyendo o viendo unas fotos. ¿Alguna vez se pusieron a viajar con el estudio y la lectura? Yo creo que sí, muchos libros y grandes Best Seller nos han envuelto fácilmente en su universo. Pensemos por ejemplo cómo leer Harry Potter los involucra tanto en ese espacio, en ese castillo en esas experiencias mágicas que viven sus personajes, en ese mundo. Hay muchísimos libros de aventuras y si les gusta leer sobre historias más realistas no se pierdan de leer alguna novela histórica basada en civilizaciones romanas e islámicas, les aseguro que no van a sacar los ojos de sus páginas con la cantidad de aventuras que pueden vivir con la mente.
Bueno todo lo que a muches les pasa con estos libros de ficción a mí me pasa cuando busco y analizo obras de arquitectura. Durante la carrera universitaria mi interés en la materia Historia de la arquitectura siempre estuvo intacto desde el día en que me anoté, imagínense que me puse triste cuando me enteré que recién me tocaba cursarla en segundo año. Si, así de nerd puedo ser a veces. De hecho dejé Historia III, materia de 4to, para lo último para poder darle la atención que merecía. Tanto me gusta que hoy sigo aprendiendo cosas, aun habiendo viajado tanto y habiendo incursionado en cuanto libro e internet encontrara… Siempre me sorprenden cosas nuevas que, paradójicamente, no lo son. Cuando uno descubre algo nuevo se despiertan mil conexiones en la mente, intentamos conectarlo con cuanta información tengamos almacenada del asunto pero eso tarda unos segundos. El cerebro trabaja de formas muy curiosas y cuando se desconoce cualquier dato familiarizado con ese lugar nuevo la sensación es fantástica. En mi experiencia por unos segundos me paraliza, luego siento que mi mente flota del asombro y justo después una sensación de calma me deja feliz, todo eso junto en unos pocos segundos a medida que sigo caminando o leyendo. El mundo es tan basto y lleno de arquitectura que nos podemos sorprender tanto con un libro viejo como con una foto en Pinterest.
¿Qué mejor momento que este para ejercitar las sensaciones de la mente?
Situados aquí y ahora transitamos un tiempo en el que no todes pueden movilizarse hacia lugares nuevos, nos envuelve una situación muy particular en Argentina con la cual viajar a más de 1km de la casa se siente ilegal o es peligroso para la salud. A no perderse en la negatividad! Estamos tan cerca de descubrir cosas nuevas dentro de cuatro paredes como nuestra imaginación lo permita.
¿Qué tan libre están nuestras ideas? ¿Se lo han preguntado últimamente? Para no irme por las ramas voy a acotarlo a una cuestión: El espacio donde nos encontramos no es ni más ni menos el mismo espacio que fue atravesado en el tiempo por tantas experiencias y pensamientos como se nos ocurran. Recuerden lo que descubrió Einstein: el espacio y tiempo son relativos. Y ¿Cómo hubiésemos vivido este mismo lugar si hubiéramos sido Julio Cesar, Harry Potter o Frank Lloyd Wright?… Ah, ya quisieran. Mi punto es: ¿Cuánto nos estamos perdiendo por pensar siempre en el futuro o incluso en el presente sin detenernos a escuchar cómo fueron los espacios en el pasado y dejarnos fluir con los nuevos conocimientos?
Hagamos el ejercicio mirar una foto y pensar en su pasado
El ejercicio es simple pero revelador, hay que pensar específicamente en el pasado de ese rincón del mundo ¿Cómo llegó a ser así? ¿Hace cuánto tiempo existe? ¿Qué pensaban las personas que lo transitaban? ¿Cómo era la civilización que la habitaba en el pasado? ¿Qué arquitectos la recorrieron, qué les sugirió ese paisaje y esa arquitectura de lugar?
Quizá sean muchas las preguntas y pocas las respuestas pero les aseguro que en este caso la curiosidad no mata al gato. La idea es inspirarles y despertar el latente deseo de conocer más. Les dejo unas fotografías que tomé viajando, los invito a pensar de dónde y de cuándo son y a cuestionarse cuanto les surja, los invito a sorprenderse con lo que se permitan encontrar.
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